domingo, 29 de mayo de 2016

EL PROBLEMA DEL INDIO

Desde 1811ya empezamos a tener información de visitas a la campaña bonaerense proponiendo la ampliación de la linea de frontera. El gobernador Martín Rodriguez fundó el Fuerte Independencia, en Tandil. El presidente Bernardino Rivadavia trato de ordenar el caos que había en la campaña, mediante un régimen enfiteuta para la adjudicacion de tierras públicas; consistía en arrendamientos a largo plazo de terrenos mas pequeños, con la obligación de poblar y producir. Se quería ayudar, también a muchos vecinos de los alrrededores de la ciudad de Buenos Aires, cuyas fortunas y haciendas habían sido destruidas por las guerras. Muchas familias estaban sufriendo por la falta de cosechas a raiz de la enorme seca que afectaba a estos campos.
En 1829 se dicta un decreto, del gobernados Juan José Viamonte, que expresa " Los vecinos de la campaña, hijos de la provincia y los avecinados a ella, naturales de la República que quieran establecerse en la linea de fronteras del arroyo Azul y campos fronterizos pertenecientes del Estado, recibirán en propiedad una suerte de estancia de la extención de media legua de frente por legua y media de fondo".
Era obligación instalarse con sus familias y personal de trabajo en el lugar que se le otorgara; construir habitaciones y pozo de balde, poblar la tierra en el plazo de un año con un capital de no menos de 100 cabezas de ganado vacuno y otros 100 de  ganado caballar. En caso de dedicarse a la agricultura, el producto tenía que representar un capital equivalente. No se podía enajenar la propiedad por cambio, venta o traspaso; sin el consentimiento del Comandante  General de Campaña, quien era el encargado del cumplimiento de este decreto y quien debia calificar a los pobladores, establecer el punto y la distribución de la tierra. El gobierno se comprometía a practicar las mensuras y amojonamientos de los terrenos. A los 10 años de poblada y previa demostración que los propietarios habían cumplido las obligaciones estipuladas en la ley, se le extendía el     título de propiedad de la suerte de estancia, ante la Escribanía Mayor de Gobierno. 
Cuando el Comandante General de Campaña, Don Juan Manuel de Rosas, fue electo Gobernador en 1832, decide fundar un Fuerte y un pueblo junto al mismo "San Serapio Mártir del Arroyo Azul.
Si bién esto fomentó la instalación de muchas familias en la capaña, también hubo muchos privilegios para los hermanos, y amigos de Rosas que se beneficiaron con enormes propiedades.
Los indios Ranqueles también se establecieron en la zona formando sus tolderías, dejando de ser     nómades, trabando amistad y adquiriendo algunas de las costumbres de los "huincas". Aunque los malones sigueron azotando la zona, llevandose ganado y cautivas, hasta el año 1870.














 

sábado, 28 de mayo de 2016

DOCUMENTOS QUE CERTIFICAN LA HISTORIA DE LA FAMILIA


TESTAMENTO  DE GASPAR SOSA
En este documento se lee su casamiento con Maria Josefa Pereyra, y los hijos que ha tenido con ella. También la herencia de su mujer, la quinta que su esposa ha heredado vecina a la chacarita de los Franciscanos, propiedad que ellos han incrementado con su trabajo. dicha propiedad la heredará a su vez Polonia Sosa y Pereyra. Siendo parte, a su muerte, de sus hijos Carballo y Guedes
Acta de Casamiento en mayo de 1857 de Romualdo Guedes,( padre del Tata Romualdo) con Delfina Pacheco. Con ella tuvo 2 hijas: Delfina y Elvira, luego enviudó.
Acta del bautismo   del libro parroquial de la ciudad de Azul. en el año 1859

De un hijo de Vicente Carballo y Matilde Pereyra, siendo madrina Doña Polonia Sosa, no se ve su firma como testigo.

lunes, 23 de mayo de 2016

En San José de Flores
Propiedad de Don Carlos Guedes en 1853, llamada Quinta "La Constanza " de 29 Ha, linda con las propiedades de los Pereyra y los Ballesteros, emparentados con los Guedes. Todas familias de origen portugués, al igual que los Carballo, La calle que figura sin nombre, se llamó en esos tiempos de "los guitarreros" porque era común los talleres de tallistas, que fabricaban guitarras.

Cuando la avenida  Pavón se llamaba

 “Calle de los Guitarreros”.

Texto extraído de La Gran Aldea Nº 3 junio de 1968



Allá por el año 1830, en el “Camino De Los Franciscanos” que pasaba por el bañado de “La Calera” y por la chacrita de los frailes, en dos cuartos de adobe se instalaron varios andaluces para ver que podían hacer con el arte que tenían en sus manos y la santa madera de estas  tierras. Querían fabricar guitarras, dulces y plañideras como la Copla, de lineas redondeadas y leves como la mujer  criolla, de sonido profundo y melancólico como el sentir americano de la época.
Guitarras criollas para los estilos y las vidalas, para el Gaucho que estaba solo y necesitado de esa compañera. Para la Payada que estaba por nacer.
Así creció la primera fábrica de guitarras en la Argentina, y la campaña comenzó a llenarse de cantos y los cantos de sentido y el Camino de los Franciscanos a llamarse desde entonces Calle de los Guitarreros.
En esa calle se levantó la famosa quinta del tallista Perey Peregoso, artesano de fama y fuste, que abarató la mercancía para que proliferaran las Payadas.  Después del 61, la calle se denominó   Pavón por la batalla, y hasta nuestros días se llama así.
Creemos que el nombre de Calle de los guitarreros era muy hermoso. Significaba mucho para el hombre de la Pampa, para las noches largas de la pobreza, para la espera del amor, para la perduración del relato en la Payada.
Los caminos no tendrían que recordarnos la guerra, que siempre es muerte y desolación aún en el triunfo que hermoso hubiera sido, que continuara con su antiguo nombre.
En lo que hoy es el cruce de Pavón y  Adv. La Plata se levantaba el predio de los señores de Portugal, Don Romualdo y Carlos Guedes, de prosapia y luego tradición argentina.
 HORRIBLE CRIMEN EN AZUL
  28 de abril de 1859

Mueren asesinados  por los indios, Don Vicente Carballo y su hermanastro Ignacio Guedes, en tal atroz acto les cortan los dedos de las manos, para extraerle los anillos de oro.


Una vez más el pueblo de Azul  se enfrenta a un grupo salvaje de indios, que no aceptan los beneficios de la civilización, como otros tantos aborígenes que conviven en nuestros pagos de manera pacífica.
Tal vez quieren que parezca  como un robo de un grupo aislado y es un crimen político, bien se sabe que los muertos eran fieles Federales amigos de los Rosas.  Será Urquiza el que se esconde tras estos  individuos? Ya no se pueden tolerar más malones arrasando con  todo. Aunque el dictador ya fue derrotado todavía hay adeptos suyos que tratan de mantener el poder.  Los indios siempre estuvieron ayudados por el régimen, alguien tiene que mantenerlos en estas nuevas épocas.
Don Vicente de 50 años de edad, era convecino del pago desde  antes  de 1837, cuando fue sustituto del Juez de Paz.  En el censo de productores de 1839, era carrero y  poseía 500 vacunos, 19 lanares, 300 caballos y un capital de 18.820 pesos fuertes.  En el año 1840, fue parte de la terna para la elección de Juez de Paz,  donde salió elegido su amigo  Pedro Rosas y Belgrano, que era un  federal nato, sabía leer y escribir.  Había nacido en Buenos Aires el 15 de Agosto de 1808, hijo de Juan Ferreyra  Carballo y de Polonia Sosa y Pereyra. Tenía un hermano Luis Raimundo (1813) y  una hermana Juana Manuela Saturnina (1814). Sus abuelos maternos, los Pereyra poseían  quintas en San José de Flores. Su padre murió y su madre se volvió a casar el 19 de enero de 1819 con Wenceslao Guedes . Vicente estaba casado con su prima Matilde Pereyra y tenían un bebé.

Don Pedro Pablo Rosas y Belgrano era sobrino  y ahijado de Don Juan Manuel de Rosas, el “restaurador de las leyes”. Hijo natural del General  Manuel Belgrano y Maria Josefa Ezcurra, nació en Santa Fé el 30 de julio de 1813.  Fue criado por el joven matrimonio Rosas,  ya que  su madre era hermana de Doña Encarnación.  Desde joven se interesó por las tareas rurales, como también de prestar servicios militares que lo llevaron a ser Coronel. En 1833 acompañó a su padre adoptivo a la campaña del desierto. Formó parte importante en la vida civica y militar de la primera década del pueblo de Azul.  Durante la época de Rosas fue Jefe de Frontera  del Azul, donde se caracterizó por su buena relación con la población indígena. Fue dueño de la estancia “El Recreo” en las suertes 1, 2 y 3 que su primo le entregó en forma gratuita, con el compromiso de poblarlas y vivir en ellas por lo  menos 10 años.

En 1841 fue elegido Juez de Paz de Azul, designación de gran importancia para su época, pues otorgaba poderes civiles y amplia autoridad en la región.  Para 1850 fue reelegido cuando contrajo enlace con Doña Juana Rodriguez, dama de la localidad. Después de Caseros, cuando derrotaron a  Rosas, se lo designó Coronel Comandante del Regimiento 11 de Guardias Nacionales, con asiento en Azul; pero al poco tiempo cayó en desgracia, por causas políticas y con motivo del desastre de San Gregorio en el que participó. Perdió sus estancias y por poco su vida. El prestigio de su nombre impidió que lo fusilaran. Murió en 1863.

En 1838 existe una nota de Prudencio Rozas, hermano de Don Juan Manuel, dirigida al “ciudadano Vicente Carballo”. Pidiendo permiso para levantar una suscripción voluntaria del vecindario, con el objeto de poner en planta la obra de la Capilla de Material que debe servir al culto divino. En este mismo año figura dueño de una PULPERIA su hermanastro  Rafael  Guedes  y Carballo y en 1848 Luis Raimundo Carballo, otro hermano.




















A mediados de 1830 el gobierno designó  a Gervasio Rozas, otro hermano del Dictador, para “el arreglo de las Postas del Sur de la Provincia de Buenos Aires." Los agentes del terrorismo eran miembros de un Club y organización parapolicial, esta tenía un ala armada, comúnmente  llamada “Mazorca” simbolizaba la fuerza mediante la unión, y se representaba con una mazorca de maíz. Pero  en realidad se popularizó, porque su pronunciación sonaba como: más- horca.
La Mazorca con sus horripilantes crímenes aterrorizaba a la ciudad de Buenos Aires degollando a los unitarios y sospechosos que los cobijaran. La vida y la hacienda de los ciudadanos opositores al régimen de Juan Manuel de Rosas, dependía de una delación, de una orden  policial o de un asalto de los mazorqueros, con su uniforme rojo punzó. Uno de los cuales era Pedro Burgos, fundador del pueblo de San Serapio del arroyo Azul en 1832.
En el año 1853 cuando cayó el tirano, Ciriaco Cuitiño y Alen fueron ejecutados por haber sido integrantes de la Mazorca.  Al hijo de Cuitiño, lo veremos al tiempo vivir en Azul, como respetable y honrado comerciante, dueño de un Hotel, que llegó a ser Comisario de Policía de la ciudad.
Don Rafael  Guedes  y Carballo esta  desconsolado,  ha  perdido a sus dos hermanos,Vicente e Ignacio Guedes que tenía 25 años  y  había venido a estos pagos en busca  de trabajo. Don  Rafael, hacendado de 35 años, figura como propietario  de una pulpería  en  1838   y  en 1844 compra la suerte de estancia N° 21  a Pedro  Rosas y Belgrano, que era posta de Bonifacio Gómez  y Francisco Rincón.

  Se establece en la zona casándose con Marta Torres Guzmán, oriunda de Córdoba, hija de un cacique.Tienen cinco hijas, Basiliana de 11, Januaria de 9, Luisa de 7, Juana de 3 y  Javiera de 1 año. Lloran la muerte de sus tíos  que venían de Buenos Aires para acompañarlos en estas desoladas pampas, no dan crédito a lo ocurrido.  Hay que dar aviso a sus otros hermanos.  Doña Manuela  y Don Luis Carballo;  Don  Carlos, Don  Romualdo,  Marta y  Manuel  Guedes.
Su madre Doña Polonia,  ha enterrado a su esposo Don Wenceslao Guedes el año anterior, aunque hace ya varios años que estaban  separados. Ella está en AZUL, desde principio de este año, cuando fue madrina en el bautismo de su nieto,  Juan Andrés Pablo,  hijo de Vicente y  Matilde Pereyra.  
No sabe qué  hacer, si quedarse para acompañar a su  sobrina-nuera y a su nieto, o volverse para Monserrat, ya tiene 70 años, su salud ya no es la de antes.  Acá tiene a su otro hijo Rafael, también llamado  “Carballo chico”, a su hermana  Ursula  Josefa  y una tranquilidad que no encuentra en la gran ciudad.  Se separó de su marido, de mutuo acuerdo y para no dar escandalo, cuando se casó su hija Marta con Juan Torchelli, allá por 1845. El testamento de su marido asi lo indica.







































En el censo de 1855 vivía en Monserrat, con sus hijas  Juana y Manuela de 30 y 25 años (costureras) y su nieta Juana Torchelli de 7 años, a la que mandaba a la escuela. Tenía ya varios hijos muertos, algunos de pequeña edad, como Francisco, Bernardino y Juan Antonio.  
Tantos hijos, que tristeza verlos morir, pero es una mujer  fuerte.  Debe serlo, tiene que ayudar a su nuera a sobreponerse y así poder criar bien al pequeño.  Ya lo ha hecho  con los anteriores nietos, los hijos de Marta y también con otros hijos que tiene Vicente en Buenos Aires.
Luis Raimundo Carballo vive en Cañuelas con su mujer Isabel Ballesteros y sus hijos Marta de 12 años e Hipólito de 10, según el censo de 1855. En estos días tienen 16 y 14 años respectivamente.. 
Son épocas malas para andar por los caminos de Azul a la Capital. El peligro acecha en cada monte, en cada posta. Mientras Polonia piensa que hacer, consuela a su nuera y ayuda en la crianza de su nieto. Se quedará un tiempo por allí, todavía puede ayudar. El entierro se llevará a cabo enseguida.
La necesitaran para el papelerío de la sucesión. Los abogados ya la conocen y las propiedades de su hijo tienen que quedar protegidas.
Seguramente Don Rafael estará de acuerdo con ella y le prestará su ayuda.
En Buenos Aires están sus otros hijos. Don Carlos, Teniente  Alcalde de San José de Flores. El preferido de su padre, lo ha dejado a cargo de la herencia, asi lo dice el testamento.


Los hijos de Marta Guedes, son Enrique Amaranto Torchelli , que ya tiene 17 años,  Juana Manuela Felisa de 12,  Marta de 8, Carmen de 6 años,  Ignacia Arminda, todavía no cumplió los cinco años, Ana de 2 años, Fabio Torchelli  en 1858, de 1 año. 
Pablo Romualdo se casó con Delfina Pacheco y tienen una hija Delfinita, nacida en 1857 y Agustina, nacida el 19 de mayo de 1858; viven en la capital en la calle Belgrano 393.  Barrio de Monserrat.
Manuel y Carlos todavía no se han casado.














Árbol Genealógico

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